Lo que escucho cada semana de mis clientes… y lo que falta por alinear

El gerente me enseñó el hoyo 18 —una maravilla— y luego abrimos su web… y la magia desapareció en tres segundos.

11/18/20251 min read

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El otro día, visitando un club, el gerente me llevó al hoyo 18.
Una maravilla.
Ese tipo de hoyo que hace que hasta un mal día parezca bueno.

Me dijo:
“Si la gente viera esto…

Y ahí está el problema.
La mayoría no ve eso.
Ve la web.
Ve las redes.
Ve un par de fotos y un mensaje sin alma.
Y decide en segundos si quiere venir… o si pasa al siguiente.

Cuando entramos a su web, él mismo lo notó.
No estaba mal, pero tampoco transmitía nada de lo que su campo sí ofrece al pisarlo.
No mostraba la calma.
Ni el ambiente.
Ni esa sensación especial que solo se entiende cuando estás allí.

Y esto pasa en muchísimos clubes:
la experiencia real es fantástica, pero la digital no la cuenta.
Y si no se siente antes, no se reserva después.

No es falta de intención.
Es falta de tiempo.
El día a día del club te come: socios, torneos, proveedores, reuniones, mantenimiento…
y la parte digital queda siempre para “cuando pueda”.

Aquí viene la parte delicada (pero real):
Contratar una agencia de marketing, por sí solo, no soluciona esto.
Porque la emoción del día a día del club, el ambiente, los detalles, lo que realmente engancha…
eso no lo ve una agencia externa.

Hace falta alguien dentro.
Alguien que respire el campo todos los días.
Que capture momentos.
Que traduzca sensaciones en contenido.
Que haga que las personas sientan el club antes de visitarlo.

Y ahí es donde puedo ayudarte:
a que lo que ya funciona en tu campo… también funcione en tu presencia digital.